Gestión del Talento Humano

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lunes, 5 de octubre de 2015

Claves para desarrollar el Talento y crear un Equipo Exitoso



Formar un equipo unido es una de las claves en la arquitectura invisible del éxito, aunque, como todo lo simple, es mucho más fácil decir que poner en práctica lo necesario para permitir el desarrollo de este tipo de relación.
Existen distintas técnicas de formación de grupos, pero al momento de elegir una buena estrategia es importante evitar situaciones que puedan tornarse invasivas o forzadas para los participantes. Un equipo de trabajo no implica necesariamente amistad, sino la capacidad de empatía para cuidarse entre sí y no verse como un simple engranaje dentro de la maquinaria de la compañía.

Estudio
Según un estudio del Laboratorio de Dinámica Humana del Instituto de Tecnología de Massachusetts, el éxito y el desarrollo del talento de un  equipo está basado en cómo se comunican durante las reuniones informales. Los equipos que se comunican en una relación cara a cara con mayor continuidad, logran mayor compromiso y conexiones con otros grupos de interés, teniendo más posibilidades de alcanzar sus objetivos.
Las dinámicas de formación de equipos pueden ayudar a los empleados a sentirse valorados y motivados para dar lo mejor de su potencial. En este sentido,  se presenta las estrategias que han demostrado los mejores resultados para la unión de un equipo y el desarrollo del talento del capital humano:

1) Voluntariado: Las mejores actividades son aquellas que despiertan un sentimiento de orgullo entre los participantes. La generación de los millennnials se muestra muy interesada en las empresas con iniciativas de responsabilidad social y ambiental claras. Según un informe de Compañía de Talentos sobre los jóvenes de América Latina, el 71 por ciento afirmó que conoce los valores y creencias de la empresa de sus sueños.
Una sólida estrategia de responsabilidad social empresarial puede ayudar a una compañía a construirse como un referente atractivo para el talento joven. Por ello, se deben impulsar actividades en las que los empleados sientan que su tiempo no sólo se limita a una contribución económica de la empresa, sino que también participan en el mejoramiento social de la comunidad en la que viven.

2) El talento encabeza la agenda: Aunque muchos directivos se cuentan la historia de que el colaborador es el activo más importante de la organización, la realidad es que en la práctica han demostrado poca congruencia.
"Cuando lleguemos a la meta podremos mejorar las condiciones para todos"... -- dicen. ¿Qué pasaría si cambiáramos la lógica?
"Cuando mejoren las condiciones de todos los colaboradores llegaremos a la meta"... ¿Se imaginan?
No es necesario hacer enormes inversiones o convertir la oficina en un parque de diversiones. Basta con una pregunta simple y honesta: ¿Qué puedo hacer yo por mis colaboradores para que den lo mejor de sí mismos?
3) Deporte: Permite a los empleados unirse, más allá de las tareas diarias laborales, de una manera entretenida. El fútbol sala es uno de los preferidos en América Latina y por tradición es fuente de anécdotas en las oficinas. Incentiva actividades dentro y fuera de la oficina, incluso pequeñas competencias con otras empresas, para despertar el espíritu de equipo.
4) Maneja los intangibles: Aprender a ver más allá de lo evidente, independientemente de lo que diga un CV. Sus habilidades, competencias y logros son importantes, pero todos somos "algo más" que nuestros conocimientos y experiencia. Hay algo que no se puede tocar, pero que siempre está presente en nuestro desempeño: nuestra forma de ver y afrontar las cosas. Se dice que se contrata por aptitud y se despide por actitud. Un buen líder es aquel que es capaz de influir y manejar de manera adecuada la actitud de sus colaboradores, para el bien del equipo y de la organización.
5) Viajes: Son una de las mejores oportunidades para la unión de un grupo, especialmente cuando existe un objetivo común como, como la presentación de resultados ante un cliente o ganar uno nuevo. Además del tiempo compartido en una oficina, en estos momentos cada persona tiene su oportunidad de demostrar su potencial y ser valorados por sus propios compañeros directamente en situaciones de gran importancia para la organización.
6) Actividades de desarrollo profesional: Workshops de calidad pueden dar la oportunidad a los equipos para mantenerse actualizados y desarrollar relaciones profesionales en un nuevo contexto. Además, permiten conectarse con otros equipos y facilitar la innovación de una empresa.
7) Toma en serio la capacitación: Aunque por ley las empresas están obligadas a crear planes de capacitación y desarrollo que fortalezcan las competencias y habilidades de sus colaboradores, la realidad es que muchos de estos planes existen solamente en papel. Las horas dedicada a la formación y desarrollo del talento son pocas en comparación con lo que una persona requiere para especializarse y perfeccionar su arte. El problema es que, en muchos casos, el trabajo en una empresa no está considerado un arte, sino una actividad transaccional, en la que el empleado cumple con ciertas metas y a cambio recibe ciertas retribuciones.
8) Promueve a aquellos que se preocupan por las personas: Generalmente la lógica para seleccionar a un líder dentro de la organización es elegir a aquel que es el mejor en lo que hace. Por ejemplo, el líder en una agencia de relaciones públicas será aquel que sabe hacer muy bien dicha labor. Sin embargo, ¿qué pasa cuando al frente de un equipo se encuentra aquel que es muy bueno en su trabajo, pero muy malo en su trato con los demás? Pueden imaginar el clima de esa organización...
9) Días especiales: Aniversarios de trabajo en la compañía, cumpleaños, día del amigo u otras efemérides son excelentes oportunidades para unir a las personas en una celebración, permitiendo un mejor conocimiento del equipo en una situación cómoda y distendida.
10) El talento es un asunto muy particular: Una de las mayores lecciones de liderazgo la puede dar cualquier mamá con más de dos hijos. Aunque a todos los ame igual, sabe y entiende que todos son diferentes y que por eso mismo no puede tratarlos igual. Uno de los errores más comunes dentro de una empresa es aplicar las mismas medidas y planes para todos los empleados, como si se tratarán de robots programables y no de seres humanos únicos e irrepetibles.
11) Prepara la tierra sobre la que ellos han de sembrar: El líder debe tener claro que la estrella es el colaborador. Quien se manchará las manos, correrá los riesgos y, de ser posible, revolucionará el mundo, será su colaborador.

Además de la unión de un equipo, es esencial que cada participante comprenda su rol específico en la generación del éxito, se sienta conectado al objetivo final y sepa aprovechar las fortalezas. La tarea de formar un equipo y motivarlo es una tarea difícil porque no es una cuestión de seleccionar simplemente a los más capacitados sino aquellos que puedan fomentar una buena energía de trabajo y la creatividad necesaria para innovar de manera significativa. Su mayor labor es tan simple como compleja: crear el ambiente idóneo, lleno de oportunidades, para que su gente desarrolle al máximo su potencial y se responsabilice de su propio crecimiento. No será el líder quien los haga crecer, por más que quiera. No le corresponde esa tarea. Más allá de sus esfuerzos por ser grandes estrategas e innovadores, los líderes deben reinventarse a sí mismos, como expertos en el desarrollo del talento.

Aporte realizado por, Jesús Redondo

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